¡Adiós, hasta siempre!; es la última exclamación que podamos darle al rey Juan Carlos I. 39 años de reinado son muchos, y han pasado muchas cosas. La perfección no existe; somos humanos. Sin embargo, con él pudimos conocer la democracia. Eso no se olvida. Una abdicación siempre es triste, pero, como él dice, hay que dar paso a las nuevas generaciones. Lo único que puedo decirle es ¡Adiós y hasta siempre! Nosotros, los españoles, siempre le recordaremos y respetaremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario